Una barbería no es una peluquería. Aunque a primera vista podría parecerlo. Una barbería conforma un sitio de pertenencia de inmigrantes especialmente dominicanos, africanos, colombianos y peruanos, que encuentran allí amigos, conocidos, compañeros de gustos musicales (particularmente reggaeton), historias, vestimenta, conversaciones, gestos, cervezas, bailes, añoranzas y sueños fallidos. No sólo marcan tendencia por sus cortes innovadores que se suelen destacarse por rapados con forma de dibujos únicos o porque todos sus empleados cuentan con variada cantidad y formas de tatuajes, sino que las barberías permiten la integración conformando un submundo en lo más profundo de Buenos Aires con sus propias normas y reglas.