ESTUDIO DE FOTOGRAFÍA OVEJA DESCARRIADA

María Areces, la multifacética periodista, conductora, productora y cantautora dio una entrevista el día 22 de junio del 2023 a los alumnos de la Universidad Nacional de Avellaneda.

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María rompe el hielo charlando con los alumnos de la UndAv, sin correrse de su amada profesión de periodista. Escucha atenta y sonríe.

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PAULA: ¿Quién es María Areces? ¿Cómo te definirías?

MARÍA: Soy una persona que intenta vivir de acuerdo a lo que cree y a lo que siente que es lo mejor para ella y para los demás. Si yo me tuviese que definir lo haría como una persona muy simple,  que trata de tener valores. Hay mandatos o dogmas que te hacen creer lo que quieren y en función de eso, vos elaboras. Yo aprendí a despojarme de los dogmas. Empecé a trabajar sobre mi autoestima, sobre mi persona, sobre qué quería hacer en el medio y llegué a la conclusión de que soy una persona simple, que intento a través de mi trabajo, poder dar una mano a quien pueda. Además tengo  un deseo enorme poder de cambiar muchas cosas que están mal. Entonces, en los pequeños lugares donde puedo interactuar ayudo en lo que puedo, pongo mi granito de arena, tratando de buscar un equilibrio. Después soy una madre como muchas, un poco hincha, pero creo en la libertad de los otros. Soy una persona con una mente muy libre. Me define la simpleza y el poder servir que es lo que más me gusta en la vida y me hace más feliz.

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PAULA: Estudiaste locución desde muy joven, trabajaste con gente como Aliverti y Lanata. Fuiste la cara del noticiero central de TN durante casi 20 años.  Estuviste en radio Rivadavia, radio Nacional, estás en la radio ahora en la CNN. Por el otro lado te mostrás transparente, sin maquillaje en tu Instagram, con tus amigos, tus hijos, sincera, con un mensaje de unión y encuentro. También sentada, cruzada de piernas, en un bar cantando. ¿Cómo haces para convivir con todas esas Marías? Te pregunto porque en general mucha gente que está en los medios, se muestra normalmente como un poco caretas o como personajes frívolos…

MARÍA:  (Se emociona) Es un medio careta y uno tiene que lidiar con eso. Uno no tiene que sentirse especial porque trabaja en un medio de comunicación. Hay una sobrevaloración de los profesionales de este medio y la verdad es que somos personas como cualquier otra. Creo que tenemos una gran inseguridad, sobre todo los que trabajamos en televisión. ¡Hay que elegir ponerse al frente una cámara de televisión para que te vea todo el mundo! Yo era una persona muy tímida cuando era chica. Pero cuando estudiaba locución, teníamos un profesor que nos hacía subir un escenario  y nos hacía hacer como partes de teatro, interpretaciones. Es lo que me ayudó porque yo no podía estar adelante de gente. Soy re agradecida con la gente que me sigue en las redes sociales. Yo no voy a andar diciéndole a la gente que me sigue en las redes sociales “Mirá el auto que tengo. Mirá la casa que tengo”. Al contrario, les voy a decir que soy una persona que trabaja en los medios. También, si puedo, hacer algo divertido, para que se entretengan, soy bastante payasa. Segundo me encanta contar, si estoy en la radio, mostrarla por dentro. La ropa a veces la tengo que mostrar por el canje. No me gusta que la gente piense que uno es un ser especial porque trabajas en los medios. Eso te genera soberbia y yo no soporto la soberbia, que alguien se crea más que el otro por lo que fuere porque tiene un título determinado, porque tiene más dinero,  porque tiene un objeto mejor que el otro. Eso es lo que nos separa todos y la verdad que yo creo que todos necesitamos de todos.

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PAULA:  Tu mamá hablaba de física cuántica. Y en un reportaje mencionás la reencarnación. Siendo que la reencarnación, es la evolución espiritual, ¿qué sentís que te falta para terminar el tramo de la existencia?

MARÍA: Me parece que si yo te dijera “me falta esto”, quiere decir que lo demás lo tengo. (Ironiza) Tendría un hijo como Messi, así me banca. Cuando me preguntan si yo cambiaría la vida que tengo, la verdad es que no. Tuve un montón de cosas como todos, horribles, otras buenas, sufrimientos, alegrías. Pero no lo cambiaría. Cuando uno tuerce algunas decisiones, todo lo demás también puede salir diferente. Entonces no cambiaría mucho. Sí creo que he evolucionado un montón, han cambiado mis pensamientos, ha cambiado mi mirada del mundo, han cambiado mis objetivos y de hecho también la vida los cambió. Todas las cosas que yo planifiqué se modificaron. Dentro de esos cambios traté de adaptarme de la mejor manera posible y de que mis decisiones afecten de forma positiva a los demás  o no lo jodan. También es la evolución de la otra persona,  el otro también tiene un trecho para recorrer.

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PAULA: Decís que sos una persona simple, honesta, que siempre intentás anteponer tus valores ante todo. ¿Cómo logras llevar a cabo tu trabajo en distintos medios donde hay un bajada editorial determinada?  ¿Cómo se maneja el ser uno mismo, defender tus valores y pensamientos frente a  esa bajada?

MARÍA: Pocas veces hice algo que no quise en los medios. Nunca me dijeron lo que tenía que decir. Yo trabajé muchos años en TN. Todos sabemos la ideología que tiene, como piensa,  tenemos que adaptarnos a esa circunstancias. Si no, no trabajamos. Entonces lo que tenés que pensar es cuánta capacidad de adaptarte tenés ante esa situación. Uno tiene un límite. Tu personalidad se va adaptando y la gente puede percibir más o menos como pensás.  A alguna gente no le gusta como pensás, porque piensa diferente. Está muy bien, sino sería muy aburrido que todos pensáramos igual. El tema es cuánto jodes la vida de los otros con tu pensamiento o de una sociedad o de un país . Hay que ser muy cuidadoso, hay que medir mucho las palabras, pero no por censura, sino por tratar de ser equilibrado. Yo siempre supe, en el caso de TN dónde estaba trabajando, cómo pensaba la empresa y muchas veces no estaba de acuerdo cómo se manejaba la empresa entonces como yo iba en vivo,  tenía una frase que decía  “yo lo digo total estamos en vivo, que me caguen a pedido después, total, ya lo dije” A veces por ahí algún mensajito te puede llegar, pero nunca una amenaza, nunca un despido por una cuestión ideológica. No trabajé en un medio como c5n, que se supone que está en las antípodas, pero algunos compañeros, me dicen que tampoco les dicen que tienen que decir. Lo más importante es hacer equilibrio. Nunca me dieron dinero para trabajar fuera de mi trabajo. Una vez me querían ofrecer dinero de un club de fútbol para que yo hable bien de una lista pero a mí esas cosas me parecen horrible. Primero que te quitan libertad, después te genera un compromiso y no me parece ético. Eso no quiere decir que yo tenga que juzgar a mis compañeros que lo hagan.

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PAULA: ¿Qué le dirías a la María periodista que recién se iniciaba?

MARÍA:  “Dale nena, ponete las pilas”. En algunas circunstancias me sentía medio tonta porque a mí todo me afectaba. Por ahí había hombres grandes y te decían “nena que piernas tenés”. Y me iba a llorar un rincón, tenía como esas cosas muy niña.  Tal vez si yo hubiese estado más preparada o más madura hubiese manejado algunas situaciones de otra manera, pero la verdad hoy lo único que le diría es “menos mal que pudiste zafar” porque fui zafando de situaciones. Es el sentido común  el que hace alejarte de las personas que implicaban un riesgo para mí, en su momento. Tal vez si tuviera que decirle algo sería “ojo, estate más atenta”.

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PAULA: ¿Cómo ves la profesión del periodismo en la actualidad?

MARÍA: Me crie en un en una época dónde el periodista, tanto en la tele, como en la radio o en la gráfica, era como un intermediario, un actor secundario. Hoy el periodista está como en primer plano. A mí no me gusta mucho ese rol. Si lo tengo que hacer lo haría, pero tendría mi estilo bastante particular. Me parece que el periodismo se trata de contar, de ser un intermediario para contar o una historia o una noticia o de informar. Yo te tengo que informar a vos, pero lo que te estoy informando es lo que a vos te tiene que interesar, no mi presencia. Por otro lado las empresas, no le están dando mucho valor a nuestro trabajo salvo que seas una figura. Somos personas bastante descartables como en la mayoría de los trabajos. Nuestra profesión está muy desprestigiada también por un montón de razones. Con respecto a la credibilidad, depende cómo sea el receptor, depende mucho de la mirada que tenga el receptor. Soy bastante poco objetiva porque  pertenezco a esta profesión y soy periodista. Yo no miro a los periodistas y a las noticias como lo puede mirar cualquier otra persona.

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PAULA: ¿Podrías dar algún consejo, algún tips para los alumnos de periodismo?

MARÍA: No me me siento que sea nadie que pueda aconsejarlos. Lo que me gustaría mañana es cruzármelos en cualquier medio y que sigan siendo personas simples.  Que entiendan que esto es un trabajo. Que traten con su trabajo ayudar todo lo que puedan. Cuando hagan periodismo, que puedan entender lo que le pasa al otro. Me encantaría cruzármelos y que me saluden.

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PAULA: Si mañana afuera tu último día… ¿cómo sería, qué es lo que harías?

MARÍA: Lo que estoy haciendo ahora.  Lo último que me gustaría sería ver a mis hijos. No me preocuparía si me tuviese que ir mañana. Siempre digo que el que se va no es el problema, el problema es los que se quedan, que sufren. Me gustaría que nadie sufra y que se acuerden de los chistes malos y todas las boludeces que hago.  

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Los detalles rodean a María, a la María Areces del presente, de la actualidad. Su tranquilidad se sostiene excepto cuándo menciona a sus hijos, ahí su voz vira de estoica a quebrada. Sensible, solidaria, transparente, enmarcada por unos jazmines blancos de fondo y que resaltan su flequillo morocho y anteojos. Muestra que en su mesa de trabajo posee un consola con la que graba sus canciones. Aclara sin prejuicios que podría cantar con Wos, Bizarrap o cualquier trappero. No escapa a ninguna pregunta. Saluda, explica que se irá a cenar. Y sigue la vida de María y la de los jazmines que perfumaron la entrevista con humor, solemnidad, alegría y esperanza.